miércoles, 20 de junio de 2007

MI PRIMERA VEZ...

(By Sady Patricia, alias Sadyk – Dysa en lenguaje literario).

En esta mañana invernal, Neidinha me preguntó sobre los pasos para que un docente se certifique para inscribirse al proceso concursal docente… Esa pregunta me remontó a mi primera experiencia… Mi primera vez en un Concurso Público de Oposición para cargos de competencia de la Comisión Nacional de Selección acontecida en el mes pasado.

Me certifiqué rápidamente, llevando sólo lo que tenía a mano; esto es, no presenté mi Título de Lic. en Lengua Guaraní, mi Diploma de Mejor Egresada de Nivel Superior y algunas constancias de participación en cursos de capacitación y actualización. Con todo ello, obtuve 54,31 puntos en la Certificación, pero no me dieron el Perfil para el cargo que yo quería, Supervisora (me faltó un año de Dirección y mi experiencia como Técnica Departamental no me otorgaba ese pase porque no está contemplado en el Manual de Selección). Aún así, me presenté para el cargo de Directora de EEB. 3º Ciclo del Centro Regional de Educación “Saturio Ríos” de la ciudad de San Lorenzo, Departamento Central.

Para mi sorpresa y satisfacción, en el día de la Prueba Escrita me encontré con dos compañeros de nuestro curso y otros más del Grupo “A”. Mejor aún, para el cargo al cual me presenté, también se presentó una compañera nuestra, otra del “A” y una cuarta que no es del Grupo de Liderazgo. Mi mayor temor, le decía a Félix y Marcelino días antes de la prueba, era que yo reprobara la Prueba Escrita y la del “A” lo aprobara, porque yo pensaba que de ese modo deshonraría a mis compañeros de Grupo, al Grupo “B” y eso no me lo perdonaría a mí misma.

A “Dios gracias” tal cosa no ocurrió. Cuando conocimos el resultado de la Prueba Escrita yo era la segunda de la lista, obtuve el segundo mejor puntaje a Nivel Nacional, me ayudó de sobremanera los resultados de mi Prueba Psicotécnica, en la cual obtuve percentiles 90, 91 y 95, lo cual, según los entendidos en la materia, fue un resultado sumamente satisfactorio.

Este resultado parcial me posicionaba en primer lugar de entre las cuatro postulantes; tanto en la Certificación, en la que llevaba una diferencia de 10 puntos en relación a dos, y 20 puntos en relación a la tercera; sumado a ello, el resultado de la Prueba Escrita en la que tenía 25,26% y en la que me seguían las dos del Grupo Liderazgo, con 24%, quedando la última (que no es de la Maestría) con 21%.

Con estos números llegamos a la Prueba Oral: la Entrevista y la Defensa de Casos, en la Entrevista me fue Muy Bien; en la Defensa de Casos, la Comisión Nacional de Selección me eliminó olímpicamente, en lo que yo entiendo es mi mayor habilidad (es algo que modesta y particularmente creo) en Defensa de Caso Oral.

Calificaron mi desempeño con un 13,8 y se burlaron de mí, diciéndome que a partir de 14 puntos era 2(dos) y también me dijeron que “Yo tenía un Alto Perfil para Supervisora”. No estuve de acuerdo con tan injusta calificación, lo dije en ese mismo momento a la Comisión, así como también dije que no apelaría porque conozco en demasía ese proceso y me sé de las chicanerías y estaba segura de que ellos no iban a ceder en la postura que asumieron.

Lloré y sentí una pena profunda por lo que me sucedió; pero lloré porque me dolió la injusticia y ese 13,8 por el cual me eliminaron: fue un golpe demasiado bajo. No dudo de mi capacidad, sé que lo hice muy bien, tengan la seguridad de que dejé muy en alto el nombre de nuestro Grupo y creo que me encuentro “santamente serena” pues sé que muchos conocen mi capacidad y saben que fue una vill jugada de algunos colegas del Grupo “A” a favor de su compañera de grupo.

Finalmente, si decidí esbozar estas líneas fue porque deseo compartir con Uds. dos aspectos que no son un tema menor: por un lado, si desean concursar por algún cargo en cualquiera de las instancias (institucional, departamental o nacional) tomen las precauciones pertinentes, lastimosamente no vale sólo nuestra propia capacidad debemos prever un plan de contingencia en el caso de que nos hagan bingo en nuestro cartón – como me lo hicieron a mí – para salvaguardad nuestros derechos (y no confíen en la Comisión Nacional de Selección, por experiencia lo recomiendo).

Por otro lado, el otro aspecto – y con esto cierro mi intervención en este punto – solicito individual y particularmente, sea incorporado en el Registro oficial de las Citas Citables la siguiente que me dijo el Director General de Recursos Humanos al darme mi calificación en la Defensa de casos: “reñe’ekuaa Profesora, reñe’ekuaaiterei. Ndaipóri ñe’ekuaápe nderupytyva’era, reñe’ekuaaitereirasa “pero”! nderehasái la nde Prueba Oral”

Opa – Fin – The End – Sayonara.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando una puerta se cierra es por que en algún lugar se abre una ventana con un mejor horizonte, y debemos de sequir confiando, aunque lastimosamente este tipo de experiencias son las que dejan huellas negativas en nosotros. Aún no estamos preparados para implementar la evaluación por competencias que promulga nuestro manual de selección, que busca mejorar la gestión, la cultura del acomodo todavía está presente en las instancias decisivas.
Adelante amiga...

Soalmi dijo...

Compañera esto solo ocurre en Paraguay, lamentablemente es el pan de cada dia, surgiran nuevas oportunidades para lograr que quienes realmente estan capacitados ocupen los lugares de preponderancia academica. Fuerza y adelante!

Anónimo dijo...

Compañera Sady, todos quienes creemos en un ser superior, tenemos la plena convicción de que una situación no se da porque otra mejor viene próximo. Se de tu dolor, porque lo sentí, pero ojalá alguna vez ese espíritu de grupo se haga realidad en el B, y podamos fortalecernos como equipo, y que no sea solo en el "equipo mil" en la noche previa de retorno al querido Paraguay; no tuve la experiencia tuya hasta el final porque mi prof. en Educación Idiomática, prof. en Lengua Guaraní y mi Lic. en Letras no me dieron las competencias suficientes para tener "Aptitud verbal", y por ello aquel 0,33 puntos faltantes me facilitaron a no experimentar ese amargo rato tuyo, Fuerza compañera... No hay mal que dure cien años ni enfermo que lo resista...

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