Sonrisas y solemnidad, satisfacción por el deber cumplido, lágrimas y deseos de superación; en días más se cumplirá el primer año de nuestro Acto de Graduación. Más allá del espectacular aterrizaje de la sábana, del maquillaje y la presencia de altas autoridades nacionales y extranjeras, llamo a las musas de la memoria para someterlas a un ejercicio: al juicio de la historia.
Suena demasiado ningo, pero el juicio de la historia está pegado en nuestra frente y puede ser visto por propios y extraños y se traduce en qué de más hemos hecho para justificar tantos sacrificios, desprendimientos, lejanías y cercanías.
Un año para celebrar pero también para evaluar “QUE TAN MASA CRÍTICA VENIMOS SIENDO” Felicidades Magister, parece que fue ayer.....