miércoles, 20 de agosto de 2008

VOLVEMOS A CHILE

¡Volvemos a Chile! yaaapoooo...
Volveremos a sentir el aire salino de la bajada de Agua Santa

¡Volvemos a Chile! al tiro nomás...
El metabolismo desafiado otra vez por el ambiente hóstil del Campus Rodelillo

¡Volvemos a Chile! quien lo diría huevón...
Los buses rojos de la UVM nos tendrán como pasajeros ilustres sin pagar pasaje

¡Volvemos a Chile! qué carrete...
A gozar de las margaritas computacionales y el almuerzo del casino

¡Volvemos a Chile! a pasarla chancho...
Arturo Merino y el Fokker 707 nos tendrán de nuevo en cuerpo entero

¡Volvemos a Chile! queeee.... me escuchás... hola... hola... Lali... Lali.. hola....no te escucho bien....queeeeeeee.....................................

Nderaaaaa, lo lamento compas, nuestros títulos son los que volverán a Chile... y yo que pensaba que la historia se repetía... pero quién dice que no.

lunes, 11 de agosto de 2008

LA REDENCIÓN LLEGÓ

Sin alcanzar ribetes bíblicos ni patrióticos; sin una guerra santa, ni mucho menos una revolución. Los próceres no hicieron la independencia y los combatientes no tuvieron que calar bayonetas.

Los ángeles apocalípticos están preparándose para otra ocasión y la caja de Pandora sigue atada, liberada, pero tranquila; mientras los guaraníes siguen buscando la “tierra sin males”.

Y se dio como tenía que darse, como “el clavo que saca a otro clavo”. Dirían los sabios, “a rey muerto, rey puesto”, o mejor, “cada vez que llovió, paró”. Nada extraordinario pero muy trascendente para mi... llegó la redención... expié mi falta con la cultura popular... comí kure huiti en la casa de Lali y eso alcanza.

domingo, 3 de agosto de 2008

ESTOY EN FALTA CON LA CULTURA POPULAR

Siento en las venas la savia de la tierra y el clamor del río epónimo recorre como sudar por mis poros. Bebí del yku´a de la noche y perseguí las últimas estrellas del amanecer en los fulgurantes acordes de una serenata.

Animé muchas de las noches de Viña y desperté o aplaqué la añoranza hacia el terruño y los corazones en el hermoso país del Pacífico. De alguna manera flameó la tricolor en el cordaje de la guitarra compañera, y hasta el néctar de los cañaverales de Piribebuy mojó mi garganta y animó un sapukai.

El histórico 126 fue una trinchera inexpugnable donde Emiliano hizo oír su voz y José Asunción renovó su inmortalidad; pero aún así me siento en falta... me pesa... y no encuentro consuelo...

NO TOMÉ CARRULÍM el 1 de agosto......

DATOS PERSONALES